Una cerda transgénica con varias partes de su cuerpo fosforescentes parió dos lechones que heredaron sus brillantes características tras ser cruzada con un macho ordinario. Las pezuñas, los hocicos y las lenguas de los dos cochinillos, que forman parte de una camada de once, brillan en la oscuridad, al igual que le ocurre a su madre. "Esto significa que la tecnología para reproducir cerdos transgénicos a través de la transferencia nuclear somática (traslado de material genético de una célula a un óvulo) está madura".
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