Sí quiero ratificar el agradecimiento y el cariño con los que mi familia intenta devolver a los catalanes toda la ayuda y el afecto que hemos recibido desde esa tierra entrañable y amiga. Mi padre pudo trabajar al salir de la cárcel gracias a que el Colegio de Abogados de Barcelona le acogió y le inscribió como letrado en ejercicio, mientras que el de Madrid le había rechazado por "rojo y separatista".
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