La historia de Carrie Prejean, la Miss California que saltó a la fama por oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo cuando fue preguntada sobre el tema en la gala en la que se eligió a Miss Estados Unidos, convertida en una heroína para la derecha religiosa, alcanza tintes esperpénticos. En una alocución pronunciada con motivo de la Values Voters Summit, un encuentro que ha reunido en Washington a personalidades cercanas a la derecha religiosa, Prejean afirmó ayer que Dios la escogió expresamente para la misión.
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