Conocer la cifra de personal, agenda y actividades de las «embajadas» catalanas en el exterior es prácticamente imposible, dado el oscurantismo con el que el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, trata este asunto. Pero sí se sabe que trabajar al frente de estas oficinas es muy lucrativo. Cada uno de los empleados de estas delegaciones dispone de hasta 12.000 euros al mes en concepto de dietas -comida y alojamiento- sin necesidad de justificación documental.
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