la desbandada general provocó carreras y momentos de pánico en las calles de Preciados, Montera, Mayor, Arenal y Carretas. Las cargas pillaron por sorpresa a los centenares de turistas y clientes de la zona más comercial de Madrid, que tuvieron que refugiarse en los bares y en las tiendas. Durante más de una hora, las furgonetas de los antidisturbios recorrieron la zona centro de la ciudad, desde Callao hasta Tirso de Molina pasando por Jacinto Benavente y Lavapiés, disgregando a cualquier grupo de personas que se reuniese en las aceras y detu
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