La sanidad catalana pasa por un momento delicado en todos sus aspectos. Los nervios afloran por la respuesta política a la crisis financiera global que tiene a la sanidad en su punto de mira. Mientras Artur Mas propone que los médicos renuncien al 50% de su paga de Navidad, las noticias no son más alentadoras para el ICS (Instituto Catalán de Salud) sobre el que planea la posibilidad de someterse a las reglas del mercado con el fin de flexibilizar la gestión.
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