En las profundidades cerca de las costas de Costa Rica científicos hallaron un cangrejo que cultiva jardines de bacterias en sus pinzas para comérselas. El cangrejo yeti, como se le llama por sus vellos que cubren sus brazos, es apenas el segundo de su familia en ser descubierto: el primero –
Kiwa hirsuta- se encontró en 2005 cerca de la Isla de Pascua. En español, vía:
www.ecbloguer.com/cienciaaldia/?p=4846