Durante la II Guerra Mundial Boeing construyó una cantidad gigantesca de bombarderos. Con los recuerdos de Pearl Harbor aún muy frescos en la memoria la fábrica (Seattle) fue camuflada para prevenir un ataque desde el aire. Para hacerlo contrataron a John Stewart Detlie, un diseñador de decorados de Hollywood. Se construyó un barrio encima del tejado (14 ha) con calles, casas, árboles e incluso con a actores que fingían ser habitantes. Pese a la aparente tranquilidad, debajo de ese techo se llegaron a fabricar hasta 350 aviones por mes.
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