Según fuentes portuarias y de la Agencia Tributarias, gran cantidad de importaciones asiáticas están utilizando cada vez el puerto de Lisboa para realizar el trámite del despacho de aduanas, en lugar de Valencia o Nápoles dado el menor control que se viene practicando desde Portugal, lo que supone un importante coladero para falsificaciones y un importante ahorro en costes a importadores que operan desde España e Italia. La mercancía se descarga "en tránsito" en el puerto valenciano y se lleva a pasar la aduana en camión o barco a Lisboa
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