La recién estrenada ley-antitabaco holandesa está levantando ampollas. Tanto, que el dueño de un café de la localidad de Maastricht, ha ideado una estratagema para saltársela. A este hostelero no se le ha ocurrido una idea mejor que convertir su local en una "asociación de fumadores". Alrededor de 400 personas ya le han solicitado convertirse en miembros de su club. El Ministerio de Sanidad holandés ya estudia la legalidad de la medida.
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