Hacen falta dientes y maxilares para lucir una bonita sonrisa, pero los orígenes evolutivos de estas partes de nuestra anatomía apenas ahora han sido descubiertas, gracias a un acelerador de partículas y un pez muerto hace mucho tiempo. La nueva investigación, dirigida por la Universidad de Bristol, y publicada en la revista Nature, muestra que estos primeros vertebrados con mandíbulas poseían muchos dientes, lo que indica que los dientes evolucionado junto, o poco después, de la evolución de las mandíbulas. Traducción en
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