En la Interestatal 5 de EEUU, al monitorizarla para buscar bombas sucias, los detectores de radiación saltaron al paso de un coche, al que dieron el alto. Al registrarlo no descubrieron una bomba, sino un gato que contenía un isótopo radiactivo de un tratamiento contra el cáncer que había recibido días antes. Vía
yro.slashdot.org/article.pl?sid=08/03/24/0035229