Los hackers e investigadores alemanes Jan Krissler y Julian Albrecht han logrado burlar el reconocimiento biométrico de las venas de la mano con una réplica hecha de cera. Así lo explicaron y demostraron en una conferencia en el Congreso Chaos Communication, que se celebró hace unos días en Leipzig. El reconocimiento de los vasos sanguíneos identifica cinco millones de puntos en el sistema circulatorio de la mano y es mucho más seguro que el de las huellas dactilares. En la actualidad, las empresas Fujitsu y Hitachi acaparan el 95% del mercado
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