Inaugurar un Burger King en el casco viejo de Pamplona es similar a beber cerveza sin alcohol en Sanfermines o comer chuletón de tofu en un asador. Sois dueños de medio mundo y no necesitáis abrir un campamento hostil que ayudará a despersonalizar, más aun, el barrio. Respetad nuestros rincones sagrados. Sacad vuestras sucias hamburguesas de Alde Zaharra.
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