"¿Cuál es el problema? Te gusta trabajar para nosotros. Le tienes cariño a tu lugar de trabajo y a tu salario. Pero estás conduciendo un coche de la competencia", es el mensaje en las tarjetas que se han puesto en los parabrisas de los coches aparcados en las fábricas de BMW en Alemania. De momento, la empresa ha "cazado" a unos 7.000 empleados que conducen Audis, Mercedes y otras marcas rivales y va a tratar de convencerlos para que conduzcan un BMW
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