España es un lastre para la banca española, obligada por el Ministerio de Economía a reconocer su exposición inmobiliaria. Precisamente, ese ejercicio de transparencia ha llevado a BBVA a registrar unas pérdidas de 220 millones de euros en el primer semestre del año por su negocio en nuestro país, una situación que puede extenderse a lo que queda de ejercicio. Ángel Cano, consejero
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