Los datos hablan por sí solos. Comprar una plaza de garaje con vistas a alquilarla y conseguir pingües beneficios resultó menos rentable en 2010 que otras inversiones más tradicionales. Por poner un ejemplo, alquilar una vivienda fue más rentable durante el año pasado en casi todas las capitales españolas. Sólo en Barcelona la rentabilidad (4,3%) estuvo por encima de la que se consiguió
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