El proceso de elección de un candidato dentro de la directiva para liderar la sucesión de Laporta en el 2010 ha generado delicadas situaciones internas. El asunto más grave afectó a cuatro de los cinco vicepresidentes que inicialmente estaban en la lista de posibles aspirantes: Jaume Ferrer, Joan Boix, Joan Franquesa y Rafael Yuste. El club contrató a una agencia de detectives, la orden de espionaje partió desde la propia entidad. Uno de los vicepresidentes habría aceptado voluntariamente esa investigación.
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