Si este verano piensa ir a alguna playa de nuestro litoral, no solo tendrá que cuidarse del sol. En el Mar Menor le pueden atrapar los fangos, en Huelva se bañará en aguas tóxicas y en Benidorm se encontrará con una copiosa cascada de aguas fecales. La costa española, saturada de urbanizaciones incapaces de controlar sus desperdicios, no logra borrar sus puntos negros
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