En 1959, una de las mejores bailarinas de la historia fue parte de un estrambótico complot para dar un golpe de Estado en Panamá. La ayudó una modelo británica quien comparte sus recuerdos con la BBC. Fue uno de los intentos de golpe de Estado más extraños del mundo. Los diplomáticos británicos lo describieron como una 'comedia mediocre' con la famosa primera bailarina Margot Fonteyn y su esposo panameño de protagonistas. Y los rebeldes suministrados por el líder de la revolución cubana, Fidel Castro,nunca llegaron.
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