"Corremos como nunca, pero atendemos como siempre". Ese podría ser el lema de una empresa en la que sólo cambian los trenes. Mal servicio, mala atención, colas para todo, burocracia y un desacertado enfoque al cliente, quien llega a sentirse como en la arena del circo romano, a merced de la decisión del "mandamás". ¿Has sufirdo alguna de las experiencias que se detallan en esta noticia?
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