La gestión de la comunicación directa de Ryanair con los afectados empezó con un SMS que me avisaba de que había enviado un email. Ahí pensé: “Mierda, me ha tocado”, pero bueno, lo tomé con pragmatismo y lo dejé para gestionar al día siguiente. El email en cuestión es muy correcto. Lo leí a primera hora del martes (19 de septiembre) y pensé: “Vaya, es una gran cagada lo de las cancelaciones, pero se han currado bien la reacción“. Todo bien explicado. Disculpas. Dos opciones claras: o cambiar el vuelo sin coste o devolución de dinero, pero...
|
etiquetas: ryanair , cancelaciones , usuarios , clientes