Para que una sanación sea considerada milagrosa, la Iglesia exige el cumplimiento de requisitos instaurados por el papa Benedicto XIV en el siglo XVIII: que sea una enfermedad física e incapacitante (trastornos mentales excluidos), que esté diagnosticada, y que la curación sea espontánea, repentina y no explicable por la ciencia.
|
etiquetas: milagro , iglesia , benedicto xiv , sanación , santo