Antes había un terrario con todo tipo de reptiles y ahora debía funcionar una moderna biblioteca. En su lugar, cualquier visitante que se asome por la ventana descubre los restos de un saqueo, de un edificio donde han desaparecido los cables eléctricos, las bombillas y hasta las puertas. La agencia de lectura de Trinitat, en el jardín de Viveros, está pendiente de apertura desde hace tres años.
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