Órdenes religiosas y personas vinculadas con ástas se han visto involucradas en distintos escándalos financieros, desde Gescartera a Fórum-Afinsa, y es que el gusto por las inversiones es un punto común, y entre estas destacan las SICAV, el vehículo de inversión de millonarios y grandes corporaciones, que tan sólo tributan un 1% en el impuesto de sociedades, y que no parecen los productos más adecuados para organizaciones cuyo fin es la ayuda al prójimo.
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