La mayoría de los animales terrestres evolucionaron para utilizar el suelo para moverse, con patas capaces de soportar el peso de sus cuerpos. Sin embargo las arañas "colgantes" encontraron una solución más cómoda y pasaron a vivir cabeza abajo, colgadas de sus largas patas, que crecieron hasta alcanzar un tamaño suficiente para poder pendular.
|
etiquetas: ciencia , zoología