El ministro federal del Ambiente, Norbert Röttgen, y sus homólogos a escala regional acordaron desactivar para siempre las siete centrales nucleares más antiguas del país. Las plantas atómicas en cuestión fueron construidas antes de 1980 y cerradas temporalmente tras el accidente en la central japonesa de Fukushima. Ahora se ha decidido que las mismas no volverán a encender sus motores. El domingo la “comisión de ética” presentará su informe final sobre el futuro de las centrales nucleares en Alemania.
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