Publicidad y sinceridad, dos conceptos que combinan tan bien como el Bayleys con la tónica. Sin embargo, a veces nuestros compañeros publicistas (esos entes seráficos que nos dan de comer) traspasan la línea roja de la cordura y de su alucinada chistera sale un conejo para anunciar un centro de depilación femenina. Sutil como un bocadillo de zarajos. A continuación, un catálogo de anuncios descarriados que pasarán a los anales de la sinceridad innecesaria y kamikaze.
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