¿Te ha llegado o has compartido el anuncio de Ruavieja? ¿Y el nuevo anuncio de Navidad de Ikea?...
No importa que se anuncie un producto que fomenta el alcoholismo...no importa que sea una empresa con algunas prácticas mas que cuestionables...es tan conmovedor el anuncio.
Se llama Neuromarketing, campañas publicitarias basadas en estrategias para emocionarnos y que nos convirtamos en los anunciantes del producto, una empresa porque el anuncio nos ha conmovido y queremos compartir esas emociones con nuestros amigos, nuestros seres queridos...que se vuelven también embajadores de la marca y sin cobrar un euro por ello.
Encima ahora, con el toque de "espero que lo compartas" en el mismo mensaje como si fuera el amigo que te envía el anuncio el que lo espera.
Ahora ya no se trata de comprar espacios de publicidad sino de crear el mensaje que más conecte con los valores, las emociones, los deseos de los espectadores para que voluntariamente esparzan el anuncio como flores de dientes de león a los que formular un deseo.
Resulta alarmante que las empresas que se están transformando en las defensoras de la felicidad, de los buenos momentos, del desarrollo personal, de las conversaciones motivacionales...son empresas que luego en muchas ocasiones no trasladan esos mensajes en el trato a sus empleados o en sus decisiones negocios. Y nosotros, dándoles coba.
Ojalá estos valores que se ven en este tipo de campañas se aplicaran para transformar las empresas en organizaciones más humanistas, donde se cuidara el entorno, el medio ambiente, a las personas, la ética, los valores...pero me temo que no es así. Me temo que es solo cuestión de transformarnos en anunciantes gratuitos.