Entre tantos otros ataques contra la sociedad adolescente y juvenil actual, el señor Rodríguez rescató uno de los demonios que perseguía a los chicos y chicas de finales de los noventa: La polémica de los videojuegos. Insinuando que eran uno de los motivos por los cuales los jóvenes son violentos, cual Josue Yrion con su famoso “los nintendos son el demonio”, comentó en un debate contra otro periodista, a viva voz y en directo: “Me gustaría saber a qué videojuegos juega esta niña”
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