Un estudio dirigido por la bióloga Heidi Geisz, del Instituto de Ciencia Marina de Virginia (EEUU), muestra que los pingüinos de Adelia -habitantes de la Antártida caracterizados por el anillo blanco que rodea su ojo- presentan en su organismo los mismos niveles de DDT que hace 30 años. Para los investigadores, existe una fuente de la que sigue manando insecticida, el deshielo del continente antártico.
|
etiquetas: contaminación , ddt , deshielo , antártida