A partir de los comentarios de un amigo sobre el antiguo filósofo griego Anaximandro, quedé intrigado y busqué más información sobre su obra. Y es muy curioso y asombroso que alguien en aquella época (aprox. 600 años antes de cristo) afirmara que los mundos nacían del Infinito: "Hay muchos mundos y muchos sistemas de Universos que existen todos al mismo tiempo, todos ellos perecederos". Se puede ver que el autor afirma algo así como que la causa primera de nuestra realidad es lo indefinido o lo infinito, a partir de lo cual emerge todo lo que entendemos como real. Es decir, ¡que ya Anaximandro nos habló varios siglos antes de cristo del actual concepto de multiverso!...sólo que él lo denominó apeiron.
Y las similitudes entre sus ideas y las propuestas de la cosmología moderna sobre la eterna inflación cósmica son más que remarcables. Porque no es nada nuevo que los físicos pretenden esquivar la idea del fino ajuste presentado por las leyes y constantes físicas (que son justo las que permiten la vida) apelando al principio antrópico y al multiverso. Pero resulta que el ajuste es tan fino y tan improbable, que hace falta apelar para sortear a la inadmisible casualidad a una infinidad de alternativas: es decir, que si hay un multiverso, éste debe ser infinito en número y potencial (capacidad). No vale un millón (ni mil millones) de Universos cuando se quiere justificar un ajuste de proporciones tan astronómicas que en ocasiones requiere de una precisión conjunta de decenas de decimales entre otras tantas decenas de constantes naturales.
Pero es que de ser este el caso (y muchos físicos así lo afirman, entre ellos el recientemente fallecido Stephen Hawking) estaríamos apelando en realidad a un proceso natural PREVIO a toda creación (una existencia anterior a cada Universo generado), y además este "mecanismo" natural debería poseer un potencial infinito (puesto que infinitos serían los Universos dentro de este multiverso generado mediante la denominada eterna inflación cósmica). Un acto de creación por tanto que sería de naturaleza indefinida e interminable puesto que el concepto de tiempo no tiene cabida dentro de un acto infinito. La esencia del multiverso sería por tanto atemporal: sería un infinito potencial creador atemporal y anterior al propio concepto fenoménico de materia. Es decir, que hablaríamos así de un infinito poder inmaterial y atemporal (eterno) de creación primigenia.
Pero lo importante es lo bien que cuadra esta propuesta cosmológica del multiverso con las palabras de Anaximandro cuando decía éste que: "lo indefinido (o apeiron) es la fuente de todas las cosas". O cuando decía que: "Hay muchos mundos y muchos sistemas de Universos que existen todos al mismo tiempo, todos ellos perecederos".
¡Qué barbaridad! Es realmente asombroso cómo un pensador de aquel tiempo, cuando aún las matemáticas y la física ni siquiera se podían llamar así, fue capaz de racionalizar una idea que más de 2500 años después es bastante aceptada por la comunidad científica, y que incluso cuenta con ciertas evidencias empíricas indirectas (fundamentalmente a partir del fondo cósmico de microondas).
Ciertamente la filosofía clásica se encuentra desgraciadamente infravalorada en estos momentos, pero hay que destacar como estos pensadores fueron capaces de adelantar ideas y conceptos que más tarde la física no ha hecho más que reafirmar. Y es además indignante e incomprensible que se repudie a la propia filosofía como disciplina, más aún a la luz de evidencias tan claras como la aquí comentada de Anaximandro (la cual es sólo un ejemplo).
No pasa nada: cuando los grandes aceleradores de partículas no den más de sí y la física experimental no tenga nuevos datos empíricos que recoger (momento que no queda tan lejos), será entonces la hora en que el resurgir de la filosofía sea inevitable. Quizás de hecho sea eso lo que necesita la física teórica actual, la cual no lo olvidemos lleva ya más de 35 años de estancamiento teórico (siendo el "viejo" modelo estándar su última contribución corroborada y contrastada).