Anastasia Dedyukhina iba a participar en una conferencia en el Mobile World Congress de Barcelona de 2021. “Aún era plena pandemia, pero tenía las vacunas, todo arreglado. Entonces me pidieron una prueba biométrica”, recuerda. Es decir, que subiese al sistema su pasaporte con la fotografía. La solicitud era para entrar a la feria con reconocimiento facial y eludir más contactos físicos. Ahí fue cuando comenzó un muy largo intercambio de emails ... que ha acabado con una multa de doscientos mil euros a los organizadores del Mobile.
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