Marko Cheseto, un corredor de larga distancia de Kenia, que se perdió en una tormenta de nieve en Alaska, perdió los dos pies por amputación luego de haber sufrido la congelación de ambos. El corredor, salió de la Universidad de Alaska, donde estudia enfermería, vistiendo sólo unos jeans, una chaqueta, y unas zapatillas de correr; perdiéndose en una tormenta de nieve. Llegó por cuenta propia a un hotel tres días después con los pies congelados y las zapatillas pegadas a ellos. Los médicos cortaron los dos pies por encima del tobillo.
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