Cobrar por recuperar un amor perdido. Es lo que hacen falsos santeros, brujas y videntes. ¿El precio?... entre 500 y 2000 euros. Se aprovechan de la situación de debilidad emocional de sus víctimas, de su profunda fe, de su ignorancia y de su ingenuidad. Pero condenarles es muy complicado. Para ello hay que demostrar que han engañado a sus clientes, que les han presionado para pagar un mínimo de 400 euros. Sólo entonces se consideraría una estafa...
|
etiquetas: amor , brujería , estafa