La directora de una guardería de la ciudad alemana de Duisburgo fue suspendida temporalmente después de que varios padres protestaron duramente contra el centro al enterarse de que algunos niños solían jugar desnudos. Entre 5 y 10 pequeños acostumbraban a desvestirse continua y espontáneamente para jugar, por lo que sus profesoras decidieron permitirles ese deseo y dejarlos jugar sin ropa en una habitación separada y siempre vigilada.
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