Los próximos dos años de RTVV me temo que no van a pasar de ser la cuenta atrás esperando que el cambio político al frente de la Generalitat venga con un nuevo modelo de medios audiovisuales públicos. Mientras, Vidal no va a pasar de ser una pobre imitadora de la orquesta del Titánic que intentará hacer que la gente olvide que el barco se hunde y Alberto Fabra desaprovechará la ocasión de quedar como un president que perdió las elecciones dignamente y sin hacer trampas.
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