La estimulación de la respiración con la introducción del tabaco por el tubo rectal fue practicada por los indios Norteamericanos. En 1745, Richard Mead fue el primero en recomendar enemas humo de tabaco para resucitar a las víctimas de ahogamiento.En la década de 1780, la Royal Humane Society instalado equipos de resucitación, incluyendo enemas de humo, en varios puntos a lo largo del Támesis. Relacionadisima
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