La industria del agua en el Reino Unido atraviesa su peor crisis desde su privatización. Se disculpa por "no actuar con la suficiente rapidez ante los derrames. El sistema actual de monopolios privados se remonta a 1989, cuando la primera ministra conservadora Margaret Thatcher vendió la industria pública de agua y alcantarillado en Inglaterra y Gales por 7.600 millones de libras. Prometió que conduciría a una nueva era de inversión, mejoraría la calidad del agua y ayudaría a reducir las facturas.
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