La oposición asegura que cuatro personas han sufrido quemaduras por la alta concentración de este metal. Los vecinos de Carranza evitan beber el agua corriente desde hace asi un año por miedo a sufrir enfermedades. El motivo: los análisis efectuados al líquido habían arrojado la presencia de altas concentraciones de aluminio y bacterias de origen fecal. Lo peor, sin embargo, estaba por descubrir. Un examen realizado en marzo por el Seprona, la unidad especializada en Medio Ambiente de la Guardia Civil, detectó también arsénico en cantidades...
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