En la gran mayoría de los enfrentamientos entre una rana y un escarabajo, el ganador será el anfibio, pero cuando se trata del hasta ahora poco conocido escarabajo Epomis, las chances se invierten dramáticamente, haciendo casi seguro que la rana se convierta en el plato de comida en lugar de conseguirse uno para ella. Son dos especies (circumscriptus y dejeani) que viven en Oriente Medio y ambas son especialistas en aniquilar y alimentarse de ranas, sapos, salamandras y otros anfibios. Vía
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