Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, como en todas las guerras, llegaron las represalias de los vencedores hacia los vencidos. Aquellos que colaboraron con los nazis o simplemente tuvieron como novios o novias de nacionalidad alemana, las sufrieron de todo tipo: desde aquellas que les causaban la muerte hasta aquellas que “únicamente” pretendían causarles vergüenza entre sus vecinos. Entre estas últimas represalias se encontraba el afeitado de cabeza aplicado con saña en las mujeres. Cosas de las guerras…
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