El 1 de septiembre de 1159, el papa que se encontraba en Agnani, se acercó a la fuente de la plaza del pueblo para beber agua, pero insólitamente una mosca entró en su garganta, y al no poder extraérsele, el papa falleció de asfixia. Supongo que en justo castigo de su Dios por la cantidad de matanzas que ordenó. No hay enemigo pequeño.
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