Un acre de tierra en el noreste de Italia es centro de un debate nacional. Giorgio Fidenato, jefe de la Federación de Agricultores Italianos, decidió plantar una cepa de maíz transgénico de Monsanto MON810 en medio de una gran protesta ecologista. El gobierno ha reaccionado prohibiendo su cultivo, y pondrá atención al acre sembrado para evitar contaminación a cultivos no transgénicos. “Cuando fui a España en 2011 a comprar semillas, no parecían sorprendidos que un italiano compre estas semillas”, declaró el agricultor
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