Un adolescente que metió en el microondas a un gatito de 6 semanas se libró de ir a la carcel y fue condenado a asistir a clases de control de rabia y 120 horas de servicios comunitarios. Kevin Baker cocinó al animal durante 20 segundos como una broma de borrachos. La piel de las patas traseras se pudrió y tuvo que ser sacrificado a los pocos días. En el 2000, un caso similar mandó a la carcel por 3 meses a otro adolescente de 19 años que metió a su gato en el microondas durante 5 minutos.
|
etiquetas: gato , crueldad , injusticia