Que un trabajador se corte un brazo con la cuchilla de una máquina que utiliza en su trabajo diario parece, a todas luces, un accidente laboral. Es lo que le ocurrió a un empleado de una fábrica de colchones de Cerdedo-Cotobade, que sufrió la sección de dos de los músculos extensores de su dos dedos de su mano derecho. La mutua Asepeyo, en cambio, no lo veía así y se agarró a un mareo previo para tratar de que las lesiones se declarasen como enfermedad común. Por el momento, no obstante, la entidad no ha tenido éxito en los tribunales.
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