Indiciariamente, a la corrupción y saqueo de las arcas del Estado, se suma ahora una mafia orquestada desde la cúpula del PP para ocultar y destruir pruebas de corrupción que le perjudicaran y para elaborar otras falsas que pusieran en aprietos a la oposición. El hedor es tan nauseabundo que en Génova se platean la mudanza. Y no porque el tufo les incomode, sino porque les desagrada que los hayan pillado.
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