Somos una de las familias de este país que tiene perros y, por tanto, de las que pueden, siguiendo unas normas, salir del confinamiento para sacarlos a hacer sus necesidades.
Como todos, hemos visto las noticias que circulan cada día, junto con infinitos memes, sobre personas que usan y abusan de este “privilegio”, alquilando a sus mascotas, sacando perros de las perreras o, directamente, alargando o multiplicando la frecuencia de sus paseos.
También he visto, como todos, denuncias de ciudadanos a dueños de perros por tardar demasiado en sus paseos. Denuncias que podían ser increpaciones desde el balcón o llamadas a la policía. También ha habido quien, no contento con las increpaciones ha pasado a los insultos o, directamente, a arrojar basura desde el balcón a los paseadores de perros o a los que caminan por la calle.
Quisiera decir algo al respecto.
- No me cabe la menor duda de que, en estos momentos que vivimos, muchísima gente se siente frustrada, agobiada y con miedo. Tres ingredientes que, juntos, tienen un muy mal resultado.
- En esa conjunción de frustración, agobio y miedo, hay quien utiliza la más mínima ventaja para arrasar en el supermercado con las cosas que él y su familia necesitan, a costa de quien sea; o para darse paseos por la ciudad con la excusa del perro, o con achaques más peregrinos, mientras el resto de confinados les miran atónitos desde el balcón.
- Junto con los que abusan de su ventaja al tener perro, tampoco me cabe duda de que hay un porcentaje de gente, de esos a los que se ha dado en llamar “policía de balcón”, que usa su frustración, su agobio y su miedo para justificar el control a los otros, a los que pueden salir cuando ellos no pueden.
- A veces esa gente que sale a la calle son abusones con perro, a veces son irresponsables que pretenden saltarse la cuarentena pero otras, son personas que sacan a sus perros de forma responsable, o madres desesperadas que sacan a sus hijos autistas, o son profesionales, entre ellos sanitarios, que van o vienen de sus puestos de trabajo. Esta “policía de balcón” también cae en el abuso cuando critica, graba y difunde suposiciones sin tener la más mínima idea de las circunstancias reales de esas personas.
- Dado que en estos tiempos, lógicamente, el llamamiento general debe ser a la solidaridad y la responsabilidad, el abuso, en cualquiera de sus formas, nos perjudica a todos.
- En España hay 13 millones de mascotas de los que, según datos de 2019, más del 90% son perros. No me puedo creer que haya millones de familias cayendo en un comportamiento irresponsable respecto a los paseos de sus mascotas en estos momentos, como tampoco me puedo creer que, de todas las personas que hay confinadas en sus casas, haya millones señalando con el dedo a todos los que huelen a “culpable” en esta forma moderna de cacería de brujas. Son sólo unos pocos, estoy segura, pero lo suficientemente irresponsables e ignorantes como para causar un gran daño al conjunto.
- Como dueños de perros que somos, el que otros dueños se excedan en sus paseos, junto con la resonancia mediática y social de los “policías de balcón”, acusando justa o injustamente, esos abusos pueden desembocar en medidas más restrictivas o en un ostracismo social que, sin duda, pasarán factura a todos, y pagarán como siempre justos por pecadores.