Existen varias alternativas, la más común es “hacerse el sueco” y dejar la solicitud en espera creyendo que nunca se dará cuenta, pero más tarde o más temprano te preguntará y tendrás que tomar uno de los dos caminos: o no aceptarla y vivir con la deshonra y el estigma de ser un mal hij@, o aceptarla y asumir las consecuencias. Y es que si no te bastaba con largos años de regañinas y sobreprotección en la vida real, ahora Facebook se lo pone aún más fácil. Por fin puede ver con quien sales por la noche, espiar tu vida y ser tu sombra virtual.
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