Alonzo Heyward, afroamericano de Tennessee, portaba un rifle en el porche de su casa (recordemos que esto es legal en Estados Unidos) con una única intención, suicidarse. En pocos minutos 6 policias rodean la casa. Heyward se negó a tirar el arma y gritó: "No estoy aquí para hacerle daño a nadie". La policia interpretó que suponía un riesgo para sus vecinos y abrió fuego. A partir de ahí, los grupos Pro Derechos Civiles de Estados Unidos han comenzado su investigación. La novia del chico lo tiene claro, "No estaba amenzando a nadie".
|
etiquetas: brutalidad , policial